I
Por más que lo intento no logro descifrar
lo que ocurrió anoche, ahora sí comienza a preocuparme, desde mi habitación
escucho el llanto de mi madre, desde esta mañana ha estado rogándome que le
cuente la verdad, jurándome que no va juzgarme, quisiera saber a qué se
refiere, no tengo idea, mi padre se limita a mirarme decepcionado, jamás había
estado tan confundida. Creo que los adultos siempre hacen los problemas mucho
más grandes de lo que son, en especial mis padres, son drama en pasta, también
creo que son ellos mismos los que le ven el lado perverso a todo, la mente de
los niños es corrompida por sus propios padres; sin embargo, en esta ocasión, sería bueno escuchar alguno de sus discursos, que me dieran siquiera una pista
de aquello tan grave que hice.
De anoche tengo un gran vacío mental, es como
si mi mundo se hubiera detenido por un momento, me llegan a ratos pequeños
flash backs, nada concreto y mucho menos coherente, como una extraña
combinación de personajes y escenarios que confluyen en situaciones aun mas
bizarras.
Recuerdo que la mayor parte del
tiempo estuve con Sara, quizás deba llamarla y preguntarle, si tan solo la
incomunicación no estuviera dentro de mis tantos castigos. Recuerdo que me caí
casi entrando a la finca, en el camino de piedritas,
y cómo no recordarlo, si tengo mil morados en las piernas como
prueba.
Recuerdo que Jose estaba conmigo, recuerdo su aroma, su voz y sus comentarios, recuerdo pensar en la rabia que me provocaba quererlo tanto, casi necesitarlo, incluso creo que se lo dije mientras lo miraba. Me gusta mirar a Jose, porque su mirada me dice todo, y a la vez tan poco, que cada que lo miro me propongo no parar, hasta descifrarlo. Nunca lo logro, pero me gusta cuando mi mirada lo incomoda y para zafarse me besa en la boca.
Y nos besamos.
Y a mi se me olvida por completo que estoy hecha un desastre, el trago que me recorre parece quedar sin efecto, me olvido incluso de que todo es una farsa, en esos besos y caricias empezaría y terminaría esa sustancia inestable a la que le decimos amor, conscientes de esa frivolidad para entregarnos sin pudor.
II
Recuerdo que Jose estaba conmigo, recuerdo su aroma, su voz y sus comentarios, recuerdo pensar en la rabia que me provocaba quererlo tanto, casi necesitarlo, incluso creo que se lo dije mientras lo miraba. Me gusta mirar a Jose, porque su mirada me dice todo, y a la vez tan poco, que cada que lo miro me propongo no parar, hasta descifrarlo. Nunca lo logro, pero me gusta cuando mi mirada lo incomoda y para zafarse me besa en la boca.
Y nos besamos.
Y a mi se me olvida por completo que estoy hecha un desastre, el trago que me recorre parece quedar sin efecto, me olvido incluso de que todo es una farsa, en esos besos y caricias empezaría y terminaría esa sustancia inestable a la que le decimos amor, conscientes de esa frivolidad para entregarnos sin pudor.
II
Lo que sea que ocurrió anoche
tuvo que ver con Jose. Mis padres, prototípicamente, lo odian sin conocerlo, yo les había dicho que él no iría con nosotros, por supuesto que
se enteraron que no fue así, sin embargo
no creo que sea la razón de su enojo, creo que hasta debían sospecharlo, pero
mi madre tiene la fea costumbre de mentirse a si misma para creer que todo esta
bien y que sus hijas no matan una mosca;
y que lo diga de mi, ¡pero mi hermana!, esa sí es caso perdido, entiendo
que sea un año mayor que yo y ya sea mayor de edad (legalmente porque
mentalmente esta en pre kínder), pero ya
desde los 16 se veía venir que estaba perdida, mi tía siempre dijo que la
descarriada seria yo, muy equivocada nunca estuvo, pero sin duda alguna mi hermana
logro superarme con creces.
¡ Brownies! Recuerdo que los
comimos porque la mamá de Sara los mandó, los recuerdo porque Jose me guardó
dos y cuando me los dió me susurró al oído que eran casi tan dulces como yo, y
yo casi lo mato con la mirada, porque él sabe que me aterra que sea cursi, (mas
bien eso le he hecho creer, porque se me hace mas difícil olvidarlo con tanta meloseria).
Quisiera recordar algo mas útil, yo sé que la noche de ayer fue triste, también
sé que lo que ocurrió fue medio grave, quisiera tomármelo todo mas enserio ya
que para todo el mundo parece ser tan importante. Jose, Jose, ¿Que me has
hecho?, sé que bebí todo el alcohol que pude, que mi visión se nubló, que no podía
mantenerme en pie aunque poco lo intentaba y aun menos me importaba, supongo
que me metiste tanta droga como pudiste, eso no seria nuevo, pero ¿ porque
tengo sangre en mi ropa? ¿Porque me siento tan culpable? Creo que esta vez si
tocamos fondo.
Mi madre parece venir hacia mi habitación,
continua llorando desconsoladamente. Y mas rápido de lo que puedo procesarlo,
la verdad, presente en sus palabras en tono de duda, se clava en mi pecho como
10.000 cuchillos a sangre fría - Dime si fuiste tu quien asesinó a Jose….
Estoy hecha un desastre, el
alcohol que recorre mis venas parece quedar sin efecto, me olvido incluso de que
todo es una farsa, de que él nunca podrá quererme, de que por mas que quisiera
que me amara como yo a él en esos besos y caricias empezaría y terminaría
nuestro efímero amor.
Comentarios